Era de esperar. Si en el anterior artículo comentábamos la ocurrencia deun mapamundi del tamaño del pene por países, la versión femenina del asunto ha llegado a la red a la velocidad del rayo. En este caso, el valor estudiado y referenciado es el tamaño del busto femenino, teniendo en cuenta la media de la copa de los sujetadores vendidos en cada país. Sorprende la homogeneidad geográfica, si lo comparamos con el mapamundi fálico, en el que había extrañas islas de superdotados en un mar de normalidad absoluta. Aún así, me ha llamado la atención que las andorranas aparezcan en el mapa con una C y las españolas una B. Vamos, que las tienen más grandes. Será el aire de las montañas.
Según el mapamundi, los amantes de las mamas sobredimensionadas encontrarán en Rusia y los países escandinavoslo que buscan. Al final lo del frío será verdad… A continuación, en la categoría D, encontramos una variedad de países como Venezuela, Colombia, los Estados Unidos, Alemania y otros estados centroeuropeos.
En el extremo opuesto de la clasificación, o sea, con senos pequeños, destacan los países asiáticos. Sí, en esto también. En fin, así están las cosas y no me extrañaría que dentro de nada aparezcan más mapas mundiales teniendo en cuenta el número de orgasmos per cápita y año o los contagios por enfermedades de transmisión sexual. Con esta aplicación llamada ‘Target Map’ es posible crear mapas de lo que uno quiera. Cuando os sintáis creativos, hacédnoslo saber.
Si algo queda claro de todo este asunto es que cada vez más solemos reducir la sensualidad del cuerpo humano al tamaño del pene y de los senos. Todo es cuestión de centímetros y grosores, y poca cosa más. Igual soy yo, que hoy me he levantado en plan ‘Candy Candy’, pero pienso que resulta llamativo cómo las posibilidades eróticas de hombres y mujeres últimamente se circunscriben simplemente a cuánto nos miden apéndices y protuberancias corporales. La demostración más clara de este hecho la encontramos en cómo la cirugía estética vive su edad de oro gracias a los implantes mamarios. De momento, las operaciones en los genitales masculinos todavía son complicadas y dolorosas, pero tiempo al tiempo. El caso es que mujeres de cualquier edad y condición aumentan el tamaño de sus pechos, algunas de manera un tanto estrambótica, ‘para verse guapas’, aunque el resultado final en ocasiones sea más que discutible. ¿Todo para qué? Para sentirse sexualmente deseadas. Tal es el poder que el ser humano ha otorgado siempre a los senos. En este sentido, la popularización de la cirugía estética en los pechos no sería más que la satisfacción de una demanda, aunque también hay quien argumenta que nos encontramos ante una simple moda y que no hay para tanto.
Mientras discutís el asunto en el foro, os dejo con esta simpática página norteamericana que se ha dedicado a recopilar los diez escotes más inadecuados de los últimos años. Sí, por extraño que parezca, un escote todavía puede levantar ampollas. Que se lo digan si no a la cantante Kate Perry, cuya intervención en Barrio Sésamo fue censurada por el generoso escote que lucía junto a Elmo, la mascota. Si en Estados Unidos vieran a la Milá presentando Gran Hermano, le cierran el chiringuito. Y eso que no fuma.
Via Cama Redonda
Entre las estadísticas, que afirman que la población hace el amor una media de 8,9 veces al mes*, y tu amiga Jessica, que te cuenta la tercera parte de su affairamoroso de este fin de semana, empiezas a sentirte un poco sola. Casi ni recuerdas la última vez que estuviste entre los brazos de alguien. ¿Crees que no hacer el amor durante mucho tiempo es un problema? Pues, depende.
¿Existe realmente una zona muy sensible en la mujer además del clítoris, el denominado punto G? Y si existe ¿todas las mujeres lo tienen y cómo se estimula?
Se ha hablado mucho y se sigue hablando del famoso punto G. Punto que recibe su nombre de su descubridor, el ginecólogo alemánGrafenberg. Se trata de una zona situada en la pared anterior de la vagina (la pared de la vagina que está más cerca del pubis, en la zona frontal del cuerpo), a unos pocos milímetros (cuatro o cinco) de la entrada vaginal.
Para que nos hagamos una idea de dónde se localiza, imaginemos que la mujer se sitúa de pie y con las piernas ligeramente separadas. En esta posición, la mujer introduce en su vagina un dedo, a muy poca profundidad. La primera falange del dedo anular o índice, por ejemplo. La yema del dedo en esta posición se situará aproximadamente sobre la zona que ocupa el punto G.
Si la mujer, con el dedo situado en esta posición, realiza un movimiento circular sobre la zona, o un movimiento similar al que hacemos para indicar a alguien que se acerque (cuando le decimos a alguien “ven” con el dedo índice), es posible que note cierta sensibilidad. Algunas mujeres afirman que al presionar esta zona, sienten algo similar a ganas de orinar. Es importante tener en cuenta que el punto G es principalmente sensible cuando la mujer se encuentra excitada y se hace difícil su percepción cuando no lo está.
En algunas pocas mujeres, la estimulación adecuada de esta zona puede desencadenar el orgasmo (obviamente, si la estimulación va unida a otro tipo de caricias y una situación que la mujer encuentre erótica). Según refieren algunas mujeres, la estimulación más propicia es similar a una presión rítmica.
En las mujeres que afirman tener esta zona sensible (que por cierto, son minoría), el orgasmo a veces se acompaña de la emisión de un líquido (eyaculación femenina) que puede confundirse con la orina, ya que la excitación que provoca la estimulación de esa zona viene acompañada a veces de una sensación de incontinencia urinaria y, además, ese líquido se expulsa por la uretra.
En algunos casos, no muy frecuentes, la mujer tiene miedo a relajarse en el encuentro erótico, dejarse llevar y excitarse porque teme ‘orinarse’ y, de hecho, algunas mujeres refieren ocasiones en las que estando muy excitadas, en el momento del orgasmo, sienten que emiten bastante líquido que confunden con orina. Sin embargo, es más que posible que no se trate de orina sino de la denominada eyaculación femenina.
Este líquido que se expulsa como consecuencia de la estimulación del punto G no es orina, según han mostrado diversos estudios, sino que tiene una composición similar al semen masculino (aunque obviamente, no contiene espermatozoides).
En los escasos casos en los que la mujer manifiesta emitir un líquido muy abundante durante la estimulación de esta zona (ya sea por la mano o por el pene), es posible que se encuentre cohibida por ello durante el encuentro erótico. Lo más aconsejable en estos casos es que se cubra la cama con una toalla o dos, y así se evitan preocupaciones relativas a mojar la cama.
Investigadores como Whipple, Perry y Ladas han estudiado esta zona y las reacciones de diversas mujeres ante su estimulación. Pero cabe señalar que es un tema controvertido porque aún hay muchos sexólogos que dudan de la existencia del denominado punto G. Hay estudiosos que afirman que lo que en realidad se están estimulando son las raíces del clítoris, que se encuentran cercanas a esta zona.
Otro tema fundamental que no hay que olvidar es que ninguna zona del cuerpo, por muy sensible que sea (un pene, un clítoris, unos labios, una espalda, un cuello…), va a producir sensaciones agradables si la caricia en esta zona no va acompañada de una situación que la persona encuentre agradable y sensual y de un estado psicológico adecuado de relajación, de abandono...
Por otro lado, es muy importante señalar que, aún estando excitadas, la mayoría de las mujeres no sienten nada cuando se estimulan esta zona. Parece ser que la sensibilidad en esta región es variable de una mujer a otra y que el número de mujeres que, estando excitadas, tienen sensibilidad en la zona, no es muy elevado. La mayoría de las mujeres, de hecho, afirman no tener prácticamente sensibilidad en este punto.
Tener sensibilidad en esta zona o no tenerla no hace menos mujer a una mujer, ni tampoco implica que su sexualidad sea menos placentera. Esta zona es pequeña y muy localizada, pero todas las mujeres tienen una exquisita sensibilidad en el clítoris y todo un cuerpo sensible a las caricias. También todas tienen capacidad para disfrutar de atenciones, palabras amables o dulces y, por supuesto, de los momentos de intimidad y ternura.
Si se desea, puede ser divertido explorar y buscar el punto G, pero no es conveniente que nadie se obsesione con ello. Para la inmensa mayoría de las mujeres, la estimulación del clítoris es mucho más placentera y, por descontado, las caricias por todo el cuerpo.
*María Victoria Ramírez es psicóloga y sexóloga.
Via El confidencial
Más allá de la diversión es todo un proceso
Kansas City (EU). Coquetear puede ser mucho más que algo divertido, según un nuevo estudio de investigación que dice que el éxito en el amor depende en parte de comprender el estilo personal de cada uno.
Más allá de las distintas actitudes a la hora de ligar -desde acercarse a un extraño en un bar hasta sentarse a esperar a que el otro dé el primer paso-, reconocer la personalidad de cada uno puede ayudar a la hora de comenzar una relación, dijo Jeffrey Hall, profesor de comunicación de la Universidad de Kansas.
Hall ha realizado recientemente una investigación sobre estilos de flirteo entre los adultos, consultando a más de cinco mil cien personas sobre sus métodos para transmitir su interés hacia otra persona.
"Saber algo acerca del modo en que uno comunica su atracción es indicativo de los desafíos a los que se puede haber enfrentado en el pasado", dijo Hall. "Espero que esta información pueda ayudar a la gente a evitar esos errores y a tener éxito en el amor", agregó.
El autor explicó que básicamente hay cinco estilos de coqueteo: físico, tradicional, amable, sincero y pícaro.
En los casos de coqueteo físico, las personas expresan su interés sexual en una potencial pareja y, según Hall, consiguen a menudo desarrollar las relaciones, tener más química sexual y una mayor conexión emocional.
La gente de estilo tradicional tiende a creer que el hombre debe ser el primero en tomar la iniciativa, por lo cual las mujeres asumen un rol más pasivo. Además, las personas que eligen esta categoría parecen preferir unas citas más "íntimas", explicó.
Los "pícaros" tratan de incrementar su autoestima, dijo Hall, por lo que son menos propensos a tener relaciones duraderas y significativas.
"De alguna manera, la fase inicial del desarrollo de las relaciones es importante para el éxito de la pareja a largo plazo, incluidos los matrimonios", enfatizó.
Hall escribió el artículo junto con Steve Carter, director de investigación y desarrollo de productos de la página web de citas eHarmony.com, y otros expertos.
Via Terra
Todas conocemos lo que es el ciclo menstrual pero, ¿sabes cómo funciona y en qué consiste? Cosmo te lo explica, para que no te quede ninguna duda.
Los óvulos
El ciclo menstrual en la mujer es el encargado de la creación de los óvulos o gametos femeninos, cuya única misión es la fecundación. ¿Pero qué es lo que notamos en nuestro cuerpo con el ciclo menstrual? Nuestras hormonas se revolucionan, nuestro cuerpo cambia (hay mujeres que notan hinchazón en los pechos o en el vientre), nuestro humor y energía se ven alterados y se produce el sangrado.
El sangrado en el ciclo menstrual suele durar entre 3 y 6 días, dependiendo de cada persona se alargará más o menos en el tiempo. La sangre no es más que el óvulo no fecundado que se desprende de la pared interna del útero, junto con otros tejidos. El ciclo menstrual normalmente suele durar 28 días que van desde el primer día del sangrado hasta el día anterior al siguiente sangrado.
El ciclo menstrual y sus fases
Para que el óvulo madure en uno de los ovarios necesita un “extra” en los niveles de estrógeno de su cuerpo. Por eso, en los primeros doce días desde el inicio del sangrado el estrógeno aumenta sus niveles en el cuerpo y nuestro útero se hace más grande para poder acoger ese óvulo que está madurando. Más o menos, en el día catorce de una menstruación normal, el óvulo abandona el ovario para iniciar su viaje y esperar la fecundación, es a lo que llamamos ovulación.
Para el óvulo, el resto de días hasta el final del ciclo menstrual es una aventura porque se desplazará por la trompa de Falopio hasta el útero. Aquí la progesterona prepara nuestro cuerpo para un posible embarazo. Si en el ciclo menstrual no se produce una fecundación del óvulo, éste busca cobijo en las paredes del útero hasta que se disuelve.
Utilizar siempre anticonceptivos en tus relaciones sexuales (puedes consultar nuestro "Especial Sexo seguro y anticonceptivos") para evitar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Además, debes acudir al ginecólogo si notas algo extraño en tu ciclo menstrual, ¡pregunta siempre a los expertos!
Via Cosmopolitan
De pequeñito tuve algún que otro episodio de sonambulismo. El médico recomendó a mis padres poner a buen recaudo cuchillos, tijeras y otros elementos punzantes para evitar lastimarme en el transcurso de mis paseos onírico-festivos por la casa. No para impedir que los asesinara, como supongo que hoy en día deben indicar los especialistas, tal y como están de la cabeza nuestros pequeños. En general, claro.
Con el paso de los años, mis shows en brazos de Morfeo han ido perdiendo frecuencia y espectacularidad. Sin duda, mi actividad cerebral está de capa caída y ya no intento atravesar paredes ni patinar sobre hielo en el comedor. Sin embargo, una nueva forma de trastorno ha hecho su aparición en los últimos años, para desconcierto de mis sucesivas parejas. Y agobio mío. Se llama sexsomnia y, aunque afortunadamente no lo sufro a menudo, al día siguiente tengo que dar muchas explicaciones. Por no hablar de lo mal que lo he pasado cuando, por avatares y casualidades de la vida, he tenido que compartir lecho con alguien con quien tener relaciones sexuales no entraba dentro de las previsiones (o expectativas). ¿En qué consiste la sexsomnia? Os lo cuento. Seguramente a alguno de vosotros también le pase.
Básicamente consiste en tener relaciones sexuales mientras se está dormido. No hace falta haberse dormido con un 'calentón' o nada parecido. El deseo aparece sin más y el sujeto empieza a masturbarse o a manosear a su compañero de lecho sin previo aviso y sin abandonar el estado inconsciente propio del sueño. A algunos os puede parecer la mar de divertido y ocurrente, pero creedme que tiene un puntito de mal rollo indiscutible. Tal y como he comentado en el párrafo anterior, imaginaos que os pasa el día que tenéis que compartir cama con un amigo. Ya, a lo mejor con la movida la amistad se refuerza o cobra una nueva dimensión, pero no es plan. En mi caso, cuando he padecido algún episodio de sexsomnia, me he despertado a medio hacer y como siempre se ha tratado de gente de confianza, pues no ha pasado nada. Sin embargo, hay personas que pueden llegar a tener relaciones sexuales completas sin enterarse de la misa la mitad. De hecho, en Toronto (Canadá), un hombre fue absuelto de los cargos de intento de violación que presentó una amiga suya, con la que compartía habitación de hotel, porque en el momento de la agresión estaba dormido. Se despertó con los gritos y golpes de su compañera, que se defendía del ataque, sin saber dónde estaba ni qué había ocurrido. Puede que os suene a cuento chino y a excusa barata, sin embargo, gracias al testimonio de algunos especialistas del sueño, su inocencia fue corroborada.
Estamos hablando de un trastorno del sueño que hasta el año 2005 no fue descrito y reconocido por parte de la Academia de Medicina del Sueño de Estados Unidos, aunque cuatro años antes un psicólogo norteamericano, Michael Mangan, ya había hablado de este problema en uno de sus libros. De hecho, Mangan es el autor de esta página web en la que expone sus teorías y solicita testimonios (anónimos) de personas que sufran esta disfunción del sueño para poder seguir adelante con sus investigaciones.
En la mayoría de ocasiones, las personas que sufren sexsomnia viven su problema como algo curioso, sin que interfiera negativamente en sus relaciones de pareja. Sin embargo, también hay personas con grandes prejuicios morales en materia sexual que lo viven con bastante preocupación, teniendo en cuenta el cambio de rol y actitud sexual que sufren mientras duermen. Hay contrastes verdaderamente espectaculares, como los de la mujer del primer ministro de Irlanda del Norte, tan aparentemente casta y pura. Aunque bueno, la señora Robinson no estaba dormida cada vez que se tiraba a alguien.
Via Cama Redonda
Cuentas con tus sentidos para saborear una comida deliciosa, oler una nueva fragancia y sentir la suavidad de un jersey de cachemir. Pero tal vez no sepas que también puedes usar estas percepciones para aumentar tu placer sexual. Y lo cierto es que cuantos más sentidos actives, más increíble será el resultado.
Según indica la psicóloga Laura Berman, autora del libro Sólo para mujeres (Planeta), la mayoría no valoramos nuestros sentidos todo lo que se merecen, porque los usamos constantemente en situaciones no sexuales. Pero eso se acabó.
Para ello, hemos investigado cómo disfrutar de las recompensas carnales que nos ofrecen la vista, el olfato, el tacto, el gusto y el oído. Explótalas durante los juegos previos, en el plato principal y también después, y descubrirás nuevas y excitantes sensaciones.
Via Cosmopolitan
El mundo evoluciona a pasos agigantados y con él, nosotras y nuestras formas de entender y buscar el amor.
Muchos aun creen que para llegar a enamorarse es necesario que el primer contacto sea en persona. Sin embargo, en la era de la tecnología, del mundo virtual y de las redes sociales, las discotecas, los cines, el tradicional café o los paseos por el parque no son tan habituales. Hoy encontrar pareja no es tan fácil y cada vez más son las relaciones 'on line' las que dan fruto. Las largas horas de conversación a golpe de teclado, juegos en red, alguna que otra fotografía vía e-mail y unas cuantas charlas a través de la WebCam, se hacen tan amenas como lo típico. Con todo esto ¿no se conoce también a otra persona?
¿Si antes las relaciones de pareja se daba por carta, por qué no pueden darse hoy on line? Lo cierto es que, la cosa no tiene por qué quedarse ahí, tras esa primera fase de toma de contacto. Aunque la relación empiece de forma virtual, después también hay que quedar, conocerse en persona y constatar si la amistad on-line tiene fuerza suficiente para andar sola sin depender de la conexión a Internet y desarrollarse en una bonita historia de amor, ¡como cualquier otra! Pero intentarlo es la manera de saberlo.
Al igual que en las relaciones "tradicionales", las que surgen en la red también tienen que ir superandodiferentes fases hasta que se consolida: conocerse, ser amigos, gustarse, seguir conociéndose, enamorarse... En primer lugar surge la curiosidad, tras ella la atracción, la intriga. Si después dos personas pasan cada vez más tiempo juntas en el ciber-espacio, es buena señal; la fase de intimidad es en la que aparece la aceptación incondicional, previa al compromiso final.
Buscar pareja por Internet te permite ser en mayor medida tú misma, y de la misma forma camuflar un mal día. Un buen lenguaje y paciencia para que todo fluya son dos buenas herramientas para que tu relación on line tenga éxito. ¿Aún no lo has probado? Entra en nuestra nueva sección "Mi Pareja" y descubre la cantidad de posibilidades que el mundo de Interent te ofrece.
Via Cosmopolitan
¿Sabes reconocer el miedo al sexo?
Puede que el sexo sea lo más divertido, pero no para todas es una fiesta, hay veces que tenemos miedo al sexo. Muchas chicas lo entienden como “la gran prueba”, como si se tratase de un examen en el que tienen que obtener nota. ¿La razón? Que creen que serán juzgadas por cómo se han comportado en la cama. Es el caso de Esther, una estudiante de 18 años. “Salgo con mi novio desde hace dos meses y me apetece hacerlo con él, pero siento auténtico pavor a que llegue el momento. Creo que se dará cuenta de que no tengo experiencia y no sabré estar a la altura”, cuenta.
No hay listones en esto del sexo. Sobre todo se trata de disfrutar, cada uno de la forma que más le guste. Sin embargo, según los especialistas, es frecuente encontrarse con este tipo de planteamientos cuando existe una especie de miedo al sexo. “Muchas personas contemplan la relación sexual como una prueba”, explica Francisco Ferré, jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón. “Y el juez más severo es uno mismo. Eso genera una inseguridad que te retrae de la relación. Alguien que está más pendiente de ese “mitificado” rendimiento sexual que de la persona a la que ama probablemente tendrá problemas que se traducirán en disfunciones sexuales como la impotencia en el hombre o la frigidez en la mujer”, asegura.
No son las únicas causas de la represión sexual: tener miedo de mostrar tu cuerpo, tal y como es, también puede acabar por estropear una relación sexual de la que, en teoría, deberías disfrutar. Y eso te lo decimos avaladas por la tesis más confirmada del mundo: ningún chico estará pendiente de los rebeldes michelines propios o ajenos, y mucho menos de la celulitis de su pareja, cuando está en pleno éxtasis sexual.
Cómo enfrentarse a ello
En cambio, si tu miedo proviene de ciertos complejos físicos, la solución está, ni más ni menos, que en aceptarte tal y como eres. Por suerte, en esto tienes una ventaja: si alguien está teniendo relaciones contigo es porque le gustas, con o sin ropa, (seguramente más de la segunda forma).
Sin embargo, según una encuesta Cosmo, a casi al 55% de las chicas les da un poco de corte su cuerpo. Si te sirve de consuelo, que sepas que nadie es perfecta, ni siquiera las chicas de las portadas de las revistas porque el retoque Photoshop hace milagros. Así que libérate de complejos y autoexigencias y pasarás a equiparar sexo a placer (¡y del bueno!).
Via Cosmopolitan
Sigamos hablando de grandes emprendedores. Si el otro día comentábamos como la actriz porno Joanna Angel se está sacando unas pelas vendiendo cosmética para el pubis, hoy glosaremos la figura de un joven alemán que ha hecho del preservativo su modo de vida. Su nombre es Jan Vinzenz Krause y es el inventor de una marcianada muy simpática pero que, por poco que lo pensemos, puede tener mucha utilidad: un preservativo en spray. Antes que nada hay que aclarar que el dispositivo todavía se encuentra en fase de experimentación, por lo que aún no ha sido comercializado. ¿Qué problema impide su irrupción en el mercado? El tiempo. Vamos a ver cómo funciona y lo entenderéis.
El invento consiste en un tubo rígido en el cual se introduce el pene en erección (a algunos usuarios éste hecho en sí mismo puede generarles cierta angustia). A continuación, unas micro-boquillas internas pulverizan látex líquido sobre el pene, en todas las direcciones, como si fuera un coche en un túnel de lavado. Y sólo queda esperar… Y ahí reside el problema: el látex líquido tarda unos tres minutos en secarse. Por muy metido que el usuario esté en el asunto, aguantar tanto tiempo de espera con el pajarito metido dentro de un tubo es una labor titánica. Por lo tanto, habrá que esperar a que alguien invente un látex de secado rápido para poder disfrutar del invento del señor Krause.
A pesar del fracaso momentáneo de su revolucionario invento, hay que aclarar que Jan Vinzenz Krause lleva años disfrutando de una vida acomodada gracias al negocio de la venta de preservativos ‘on line’. Su portal es líder de ventas en Alemania y países limítrofes gracias a un interesante sistema patentado por Krause: el ‘man-o-meter’. Dicho dispositivo no es más que una cinta métrica con una numeración especial, que se puede descargar en su página web, y, una vez recortada, permite medir el pene de una manera correcta en longitud y grosor. A continuación hay que indicar en la página las medidas correctas y el buscador se dedica a encontrar el preservativo que mejor se adapta a las dimensiones del usuario, en un catálogo de 150 condones de 26 marcas. Y te los mandan a casa.
A algunos os podrá parecer una tontería, pero es un hecho contrastado que la mayoría de las veces compramos los preservativos de una manera equivocada. Muchos hombres de talla modesta los compran más grandes por el qué dirán, vergüenza o ignorancia y algunos superdotados tienen que hacer frente a estrecheces y apretones innecesarios, a veces por los mismos motivos. El caso es que, según un estudio realizado por la propia web basándose en datos introducidos por los compradores antes de utilizar el ‘man-o.meter’, un 80% de ellos usaban preservativos de talla equivocada. En tales circunstancias, no es de extrañar que para muchos hombres el uso del condón sea un engorro y una experiencia negativadurante sus relaciones sexuales. No tiene porqué ser así.
Desde simples romances a las escenas más calientes, todo el mundo tiene sueños eróticos, pero muy pocos lo reconocen. Y sin embargo, dicen mucho de nosotros y de nuestra sexualidad. Desde simples romances a las escenas más calientes, todo el mundo tiene sueños eróticos, pero muy pocos lo reconocen. Y sin embargo, dicen mucho de nosotros y de nuestrasexualidad. Sumérgete en el corazón de estos pensamientos oníricos llenos de sentido...
¿De dónde vienen?
En cuanto al origen de los sueños eróticos, los psicoanalistas son formales: lossueños eróticos no aparecen por casualidad y serían el fruto de deseos vividos durante el día. Por ejemplo, si un hombre te ha impactado durante día, es muy posible que sueñes con abrazos ardientes con él.
¿Para qué sirven?
Hacer el amor en un sueño muestra que la imaginación de la soñadora está estimulada o, tal como lo analizó Freud, que es capaz de formarse una historia deseada o incluso de satisfacer pulsiones inconscientes. Objeto verdadero de liberación, el sueño erótico permite al individuo cumplir necesidades sexuales pasadas y, por lo tanto, moverse mejor en la vida diaria.
Lejos de las presiones morales, la soñadora puede mostrar su energía de la líbido y expresar todos sus deseos sexuales, hasta los más extravagantes. ¿Sueñas con ser una comehombres mientras que en realidad mantienes tu honor siendo fiel? ¿O incluso te revuelcas en la fotocopiadora con tu compañero, pero te intimida muchísimo? ¿Y qué? En los sueños, los tabúes, la represión y otros bloqueos no tienen cabida.
Mejor todavía, los sueños eróticos permiten detectar ciertos bloqueos, e incluso ayudan a liberarlos. Por ejemplo, una joven frígida que sueña a menudo conrelaciones sexuales con orgasmos, podría darse cuenta de su problema y decidir consultar a un especialista para solucionarlo.
¿Hay que tener miedo?
Via Enfemenino
Esta píldora del día anterior se está empezando a repartir gratuitamente entre los jóvenes en una gira informativa por diferentes universidades españolas en las que además se ofrecerá información complementaria. Con ello se pretende concienciar al mayor número atrayendo su atención.
A lo largo de nuestras vidas recibimos y damos muchos besos, de todos los tipos, en todos los sabores, colores y pieles. Pero a medida que crecemos nuestros besos van cambiando de intenciones, significados, valor y demás.
A medida que vamos creciendo los besos se devalúan, ya no son tan especiales como el primero o el segundo. Ya no son tan deliciosos como eran los que teníamos antes de nuestra primera vez.
La proximidad de la otra persona, el sentir los labios rozar sin llegar a besar aun, el preámbulo y el desenlace esas cosas se van devaluando. Hace poco veía la archiconocida película “Spiderman 2″ y la actriz decía “Es solo un beso” en alusión a que deseaba un beso para saber si Peter Parker la amaba, pero en la expresión de Peter era “El Beso” no solo un beso.
Por más que tratemos, a medida que crecemos, nuestras formas de besar cambian y es casi imposible dar los mismos besos. A medida que vamos conociendo el mundo y los vicios es imposible que expresemos lo que no somos a través de ellos.
Siempre existirán maestros del engaño que saben cómo emular besos inocentes o algo parecidos y que nos harán caer en el recordar o revivir aquellos tiempos pero siempre hay que ser conscientes que es un juego.
Pero esto va a los besos inconclusos aquellos que alguna vez no dimos a alguien que nos gustaba demasiado pero que por x e y motivos pues las cosas simplemente no se dieron. Creo que uno más recuerda los besos que no dio que los que dio puesto que ese deseo en tiempo y espacio es más un incognito que un hecho. El beso deseado tiene una situación especial y como mencionaba anteriormente no es algo que se pueda dejar para después. Y es que después de un tiempo ya no somos los mismos, no besamos igual y se ha devaluado.
¿Si tuvieses la oportunidad de besar a esa persona en su momento no besaste… lo harías?. Los besos no es lo único que se devalúa con el tiempo, también lo son nuestros sentimientos.